> Sin política imperialista no habrían hecho falta los últimos recortes sociales
> Se suceden los cacheos, controles y cortes de vías por la policía
Quien camine estos días por Badajoz se va a encontrar con un panorama digno de un estado de sitio. En todas las vías principales llevan toda la semana policías fuertemente armados apostados en las rotondas, cortando calles y haciendo controles intensivos. ¿La razón? La visita este fin de semana del rey con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, que se celebrará este año en nuestra ciudad.
En la Oficina de Turismo se regalan miles de banderitas de España, las calles por donde pasará la familia real se están adecentando y limpiando (el resto de la ciudad y, sobre todo, ciertos barrios obreros, están más ignorados que nunca). En plena crisis, en pleno “ajuste”, o ataque a la clase trabajadora, con un horizonte de retrocesos sociales, “por necesidad”, dicen, se permiten el lujo de celebrar este esperpento en el que aplaudiremos a una familia privilegiada entre las demás y a un ejército que se traga gran parte de los presupuestos del Estado. Un ejército, también, que contribuye al colonialismo, al imperialismo europeo en países como el Líbano o Afganistán, donde hacen inconmensurables fortunas las empresas petrolíferas occidentales. Un ejército que asesina, que reprime, en medio de una gran fiesta, de un mar de banderas rojigualdas que servirá para que la gente un año más siga diciendo “Viva España”, aunque el Estado Español nos la siga metiendo doblada.
Algo parecido a cuando gana la selección de fútbol. No importa que estemos jodidos, que la jornada laboral se alargue ilegalmente, que recorten el sueldo a los funcionarios, que se mantengan las fortunas de toda una oligarquía y de una familia, la real, que se encuentra entre las más ricas de Europa, que se eliminen las pensiones, da igual que vuelvan a cargar sobre nuestras espaldas los excesos de los empresarios y la patronal europea, da igual que tengamos que costear sus vidas de dioses en la tierra.
“Míralos, cómo nos miran, cómo nos aplaude este rebaño”, pensará el rey, que entre regata y banquete parará en nuestra ciudad a unir a la patria, a lavar el cerebro y el pensamiento crítico a los pacenses. El razonamiento es pueril: “somos españoles y por tanto todos -Rey, empresarios, trabajadores- tenemos los mismos intereses, por lo que… ¡Viva España y viva el Rey!” Pero, ¿somos realmente iguales? La gente normal, como tú y yo, la que tiene que trabajar como un esclavo para que otro le dé un sueldo, ¿nos parecemos al Rey, al jefe del Grupo Prisa, a Florentino Pérez o a Zapatero? ¿Se parece en algo nuestra vida a la de los presidentes de los bancos o a los de las petroleras? ¿Somos iguales? ¿Por qué no pagan ellos la crisis, que la han causado? ¿Por qué, si nos hacen pagarla a nosotros, tenemos que tragar y olvidarlo todo para aplaudir a la patria? Más nos parecemos a un trabajador francés, italiano, chileno o japonés que a la oligarquía que nos gobierna y nos explota.
Dos profesores de economía, entre otros muchos, han decidido no callarse entre tanta insensatez: Alberto Montero y Alfredo Serrano, de la universidad de Málaga y de la Pablo Olavide de Sevilla, respectivamente. Afirman que retirando las tropas de Afganistán, Líbano y Somalia, y eliminando el presupuesto de I+D militar del año 2010, no habrían hecho falta los últimos recortes sociales del Gobierno. ¿Cómo miraremos este desfile ahora? Como lo que es, la fiesta de una familia noble en el siglo XXI que roba a la clase trabajadora lo que es suyo, lo que nosotros, todos, producimos, y que ellos disfrutan. La fiesta de un ejército que esas personas ricas y poseedoras utilizan para dos cosas: expoliar el tercer mundo y reprimir nuestras protestas en el primero. Los trabajadores hemos creado toda la riqueza que hay en el mundo. No dejemos que unos sean privilegiados sobre otros.
Por la paz, por el final de la militarización, del imperialismo, de los privilegios de clase y de la dictadura económica. Por una democracia de verdad, del pueblo, y no este circo. Por el socialismo.
Cigüeña Negra
3 comentarios:
Pablo de Olavide es el nombre de la universidad privada que hay en Sevilla, no el nombre de un profesor, y no tiene nada que ver con la Universidad de Sevilla.
Por cierto, de verdad crees que si hubiera socialismo no habría ejército? mira el mundo en el que vivimos...
Tienes razón, Pablo Olavide es otra universidad, en la que trabaja Alfredo Serrano.
Y sobre lo de no haber ejército en socialismo, te digo que depende de qué tipo de socialismo hablemos, si es el del psoe, naturalmente, hay ejercitos, pero no es socialismo. Todo socialismo con estado, tendrá ejercito, pero en el socialismo libertario si hubiera ejército, sería muy distinto...
Aunque pasado ya, te dejo enlace a un a entrada en mi blog al respecto:
http://carlosriverofotografia.blogspot.com/2010/05/en-badajoz-estamos-viviendo-un-hito.html
Un saludo extremeño
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