El Colectivo Paideia preparó una exposición de lo que han sido los 30 años de Paideia, que son como decir los 30 últimos años de Pepita. Se plantaron dos mimosas, árbol que le gustaba mucho a Pepa, para sustituir al que había a la entrada de la escuela y que se secó. Fue muy emotivo el momento en el que todo aquel que quiso echó una paletada de tierra a los recién plantados árboles.
En el patio de las palmeras se leyeron, por parte del Colectivo Paideia, textos de las obras de Pepita que siguen sorprendiendo por la claridad de sus ideas. Luego, personas asistentes al homenaje leyeron poemas y dedicatorias para Pepita. Fue, quizás, el momento más emotivo que hubo y en el que las lágrimas de muchas de las personas allá presentes decían más que las palabras.
Una presentación de fotos y textos de Pepa, acompañados con la música que a ella le gustaba, y con la oscuridad de la noche como telón de fondo, fue el último acto de un momento inolvidable.
La asistencia, que a todos sorprendió, fue numerosa. Antiguos alumnos y alumnas, así como sus padres y madres; jóvenes asistentes a las acampadas; amigas y amigos llegados de todos los lados daban fiel reflejo de la importancia que ha tenido para todos ellos la figura de Pepita. Por parte de CNT asistieron miembros de los sindicatos de Cáceres, Badajoz y Mérida, así como del secretariado permanente. La nota pintoresca la dio la presencia de la concejala de urbanismo del ayuntamiento de Mérida, Estrella Gordillo, que comunicó a todas las personas presentes que se va a poner el nombre de Pepita a uno de los espacios que hay entorno a la escuela. Cosa que es de agradecer, decimos desde aquí.
[Extraído de la web de la CNT Extremadura]
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