Probablemente ninguno de los que estuvimos presentes en la preparación de la jornada de encuentro de movimientos sociales en Badajoz, preparada para el pasado 18 de julio, podíamos imaginarnos por aquel entonces que aquel intento de uso colectivo del Fuerte de San Cristóbal llegaría tan lejos. Éramos distintas organizaciones y gente a título individual vinculados a las luchas anticapitalistas y antifascistas de la ciudad y pretendíamos celebrar una jornada en el cual pudiéramos conocernos mejor, realizar actividades conjuntas más o menos periódicas y, en definitiva estrechar vínculos. Bajo un sol abrasador acudimos al fuerte aquel día cargados de ilusión, mesas de información con las que difundimos diferentes luchas y con comida que pusimos en común entre juegos y charlas.
Al final de aquel día nos sentamos todos los presentes en círculo y realizamos nuestra primera asamblea conjunta, entre jóvenes con diferentes ideas organizativas y de lucha. En ella acordamos que a partir de aquel momento haríamos del fuerte un espacio colectivo (al que bautizamos como "el Huerti"), que íbamos a gestionar entre todos de manera horizontal para servir de espacio de encuentro, realización de actividades alternativas, difusión de luchas sociales y políticas, etc. A partir de entonces nos pusimos entre todos a rehabilitar el fuerte acudiendo dos o tres veces por semana; se sucedieron otras jornadas, como la del 22 de agosto, en la cual reafirmamos nuestras intenciones y consolidamos la lucha común. Otra fue la del día de Extremadura, en el que se realizó una celebración alternativa, desde una perspectiva extremeñista. Todos los colectivos e iniciativas dentro del anticapitalismo y antifascismo tenían cabida. También destacó el HuertiRock, como le llamamos al humilde festival autogestionado que preparamos, con el que pasamos una tarde y noche de fiesta a la vez que conseguimos apoyo económico para la rehabilitación del fuerte.
Hasta entonces, el Fuerte de San Cristóbal había sido un espacio olvidado por autoridades y pacenses, que se cae a pedazos aún hoy en día. Ahora, los jóvenes hemos hecho de ese nuestro espacio, para que todo el que esté interesado forme parte y contribuya para crear un rincón de libertad y lucha.
El resultado constructivo del Huerti
Las luchas y reivindicaciones sociales y políticas que llevaban a cabo diversos grupos anticapitalistas y antifascistas de Badajoz ahora han encontrado un espacio donde realizarse y donde encontrar a otros compañeros con similares ideas. Pero no sólo eso: cualquier joven, aún sin ideas políticas, que acepte el modo de organización horizontal y asambleario es bienvenido. En este sentido, una parte de la juventud pacense que hasta entonces no había tenido contacto en profundidad con este tipo de ideas ahora puede aprender y debatir de igual a igual con otros.
El trabajo conjunto y la toma de decisiones horizontal nos han hecho crear lazos y ver en este tipo de organización como una vía deseable y necesaria para cambiar la sociedad que nos rodea. Gente de diferentes edades y zonas de Badajoz se encuentran allí e intercambian sudor y experiencias. Cada vez son más los vecinos de la zona que se acercan y nos echan una mano, cuando no pasan a formar parte totalmente de esta iniciativa, haciéndola también suya.
Las charlas y debates se dan de manera espontánea entre los que allí acudimos, lo cual nos enriquece mutuamente y nos abre nuevas vías de pensamiento y análisis de lo que nos rodea.
La situación actual
Ahora mismo, hemos despejado el suelo de la casa que hemos elegido como centro de actividades (el cual tenía unos 3 pies de escombros), y terminado la adecuación del círculo de piedra y la hoguera alrededor de la cual hacemos las asambleas semanales.
Mientras tanto, se siguen organizando actividades. Próximamente se celebrarán nuevas jornadas, a las cuales nos gustaría que asistiérais todos los que veáis esta iniciativa como constructiva y necesaria, seáis de donde seáis. A los diferentes encuentros y semanalmente se han ido acercando ya compañeros de Cáceres, Mérida y algunos pueblos de los alrededores.
Somos ya decenas los participantes del Huerti y muchos más los que nos dan su apoyo desde la distancia. Saben lo mucho que se lo agradecemos. Seguiremos haciendo de ese espacio nuestro espacio y el de todo aquel que quiera participar. Queremos empezar por ahí pero queremos cambiarlo todo. Quizás en un futuro la represión estatal nos quite el lugar físico, pero no podrán quitarnos los lazos que hemos construido entre nosotros, la experiencia, y la capacidad de empezar en cualquier otro sitio el mismo proyecto. Eso, y no los restos de una fortaleza, es realmente el Huerti.
1 comentarios:
Ánimo tíos, gran iniciativa...juventud que da ejemplo de austeridad y de lucha por ideales en peligro de extinción en la vorágine capitalista. Enhorabuena y larga vida al Huerti zagalinus.
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