miércoles, 3 de marzo de 2010

Desastre natural nada natural

El terremoto acontecido en Haití hace unos meses ha sido presentado como una catástrofe natural de consecuencias devastadoras e impredecibles que asoló uno de los países más pobres del continente americano, nada más lejos de la realidad. Un seísmo de unas características similares por su potencia y su localización externa sacudió Japón meses antes resultado algunos daños materiales, un muerto. Más recientemente otro seísmo mucho más potente por intensidad y duración golpeo Chile resultado un país colapsado más de 700 personas muertas, cifras que posiblemente aumentarán pero que en ningún caso alcanzarán las astronómicas sumas que se barajan en el caso haitiano (más de 100.000 fallecidos) y eso que hablamos de un país que actualmente ignora el número real de sus ciudadanos por lo que difícilmente pueden contar lo que desconocen. Un número escalofriante de muertos causados por un terre! moto de magnitud media sin embargo en las zonas altas de la misma capital, por lo tanto cerca del epicentro, en las residencias lujosas y fastuosas apenas sufrieron desperfectos y ninguna baja. Vamos a repasar la historia de Haití para ver si eso nos ayuda a entender este entuerto.

El 5 de diciembre de 1492 Cristóbal Colón arribó a una isla de las Antillas mayores a la que denomino La Española era su primer viaje, el viejo y nuevo mundo se encontraron de nuevo. Esta isla la habitaban los tainos de ascendencia arahuaca y su número rondaría los 300.000, la explotación forzosa, y la trasmisión de nuevas enfermedades diezmó a la población en 1508 Fray Bartolomé de las Casas los censa en 60.000 en 1531 ya sólo quedan 600. Esto supuso un grave problema para la Corona Española privada de su mano de obra barata decide sustituirla por esclavos africanos para la explotación de los grandes latifundios. Problemas con la casta criolla local y los gobernadores reales permitieron que Francia se adueñara de parte de la isla a comienzos del s XVII (la que actualmente ocupa Haití). La política colonial francesa sobreexploto la isla de manera aún más irresponsable si cabe, todos los arboles fueron talados para la plantación de azúcar y café para su ! venta en Europa, la fisonomía de la isla cambió de forma radical tanto en los aspectos geográficos como humanos, la búsqueda de la rentabilidad a cualquier precio impuso la llegada de enormes cantidades de esclavos aumentando de manera peligrosa la densidad de población de la zona.

La Revolución Francesa trajo vientos de libertad que enseguida germinaran en nuestra isla las ideas de igualdad, libertad y fraternidad sonaban muy bien en un lugar donde el hambre y la esclavitud reinan, la deseada independencia se alcanza definitivamente en 1808. La república de Haití nace como el segundo país que logra la independencia en América y el primero en abolir la esclavitud, la tierra fue entregada al pueblo y se negó la propiedad extranjera de la misma (para impedir una explotación encubierta); su osadía no salió gratis, Francia le impuso una contraprestación económica, que EEUU respaldó, de 150 millones de dólares-oro, deuda que empezó a pagar en 1825 y finiquitó en 1947. Durante ese periodo y los siguientes la isla fue invadida hasta 16 veces por el ejército norteamericano imponiendo a sus líderes títeres algunos excesivamente macabros como fue el caso de los Duvalier, François y Jean-Claude, padre e hijo gobernaron con garra de acero desd! e 1957 hasta 1986 denominados Papa Doc y Baby Doc, siempre ayudados por el gobierno americano y por sus terroríficos Ton Ton Macoute (hombres del saco) responsables de la “desaparición” de más de 120.000 personas. Durante su reino del terror las empresas americanas arrebataron la tierra a los campesinos, la apertura al mercado internacional con la supresión de las tarifas de importación agudizó el problema por la imposibilidad de competir con los precios americanos, la industria también cayó por la entrada de productos baratos, los agricultores y obreros privados de sus medios de vida se hacinaron en masa alrededor de la capital Puerto Príncipe, a la espera de que un terremoto años después los aplastara como si fueran cucarachas. Pero antes de que esto sucediera EEUU y el FMI se encargaron que Jean Bertrand Aristide, único presidente democráticamente electo, fuera depuesto por no querer privatizar los pocos medios públicos de los que disponía y por intentar distribuir la tierra entre los campesinos potenciand! o la ref orestación de la misma, por eso sigue exiliado y por eso los marines vuelven a Haití para impedir que sus seguidores lo reclamen de nuevo. La avaricia irresponsable y racista de los gobiernos coloniales, el recelo que causó la creación de un estado negro y antiesclavista tan cerca de las fronteras norteamericanas unido a la codicia insaciable de sus grandes empresas y consorcios son los verdaderos causantes de tamaño despropósito.

Daniel González Osle

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece muy acertado este análisis de la verdadera problemática haitiana, artículos así se echan de menos en los diarios del país, ¿dónde están los medios como vigilantes del poder, como contrapoder?....