En todo el Estado español, el número de personas que vive con menos de 1100 euros mensuales asciende a casi 17 millones. Eso, sin contar con que muchos cobran muy por debajo de esa cifra, sobre todo los jóvenes, inmigrantes, etc. a lo que, por supuesto, hay que añadir el nivel de paro, que es ya de un 15% de la población activa.
Mientras tanto, una minoría sigue haciendo sus fortunas sobre las espaldas de los trabajadores. Dejamos aquí algunos nombres de esta lista de ladrones de corbata, como el de Amancio Ortega Gaona, presidente de Inditex, que posee fortuna valorada en 18.280 millones de euros; o Isidoro Álvarez Álvares, presidente de El corte ingés, con 6.000 millones de euros; también "señores del ladrillo", que han edificado sus fortunas sobre la especulación inmobiliaria, como Enrique Bañuelos, de Astroc Mediterráneo, que con 7.700 millones de dólares se ha convertido en el tercer hombre más rico del Estado español tras Rafael del Pino, que con 8.600 millones mantiene la segunda plaza. Y todo esto sin entrar a analizar los execrables beneficios que obtienen los banqueros.
Nosotros, los trabajadores, hemos levantado esas fortunas, de las que se han aprovechado los propietarios. Ahora, no dejaremos que nos hagan pagar también la crisis. Para ello, tenemos que organizarnos.
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